Mi primer jabón facial

MALDITA POBREZA!

Quiero pensar que fue el jabón de muchos, sobre todo en esta época en donde dependíamos totalmente de lo que, con mucho esfuerzo, nos daban nuestros padres. Había veces que no comía nada por ahorrarme esos 15 o 20 pesitos, para cuando fuera al súper comprarme el tan famoso jabón Asepxia...

Ahora bien, ya hace tiempo que no lo uso, y decir que no me funciono en aquellos ayeres, no quiere decir que hoy día, no funcione. Sin embargo, no me funciono, tampoco me perjudicó, pero mi acne, aunque relativamente moderado, seguía estando ahí.

Y bueno, hasta el cansancio, seguramente, han escuchado <<Lo que no me funciona a mi, no quiere decir que a ustedes tampoco, recuerden que hay muchos tipos de piel>>. Pues lo mismo les digo.

Seguramente Asepxia no era para mi... Aunque insiste en darle siempre una oportunidad, inclusive llegue a probar varias presentaciones como por ejemplo: el de azufre (el peor para mi sinceramente, piel me quedaba extra acartonada), el de jitomate, el neutro y así con otros dos o tres que no me acuerdo.

Irremediablemente me da nostalgia al ver este jabón, y al unísono, coraje por todas las malpasadas que me ocasionó (claro porque así lo decidía)

Por último, si tengo que recomendar algo de asepxia sería, no comprarlo (chiste pesado). En verdad no tengo buena experiencia con la marca en general, no sólo con los jabones, sino con muchos de sus productos, ahora bien, vuelvo y repito, que no haya surtido efecto conmigo, no es certeza de que a ti tampoco te funcione, si lo pruebas y te funciona ¡que chido! 

En lo personal si te gustan los jabones en barra, recomiendo muchísimo el de Cetaphil, pero no el antibacterial (mas tarde les explicare porque los productos antibacteriales no funcionan) sino la barra limpiadora.